¡Princesa, aquí llego cabalgando!
¡Pardiez! ¿qué le ocurrió a su melena Doña Elena?
¡Pardiez! ¿qué le ocurrió a su melena Doña Elena?
¡Oh mi noble caballero!
Tanto se enredaba en la corona ¡que decidí quedarme pelona!
Tanto se enredaba en la corona ¡que decidí quedarme pelona!
Y cual tremenda fue la sorpresa de Doña Elena al ver al caballero,
que al quitarse el casco y la malla que le recubría,
en la cabeza, ¡ni un pelo traía!
que al quitarse el casco y la malla que le recubría,
en la cabeza, ¡ni un pelo traía!
Boquiabiertos y sonrojados se quedaron,
ni una palabra se oyó,
tan sólo el aleteo del Gran Dragón que en ese momento llegaba por el aire.
ni una palabra se oyó,
tan sólo el aleteo del Gran Dragón que en ese momento llegaba por el aire.
¡Pero bueno! ¿Ahora qué hago yo?
Esta historia está tan trastocada,
que en vez de comer personas acabaré comiendo ensalada.
que en vez de comer personas acabaré comiendo ensalada.
Y así termina esta historia sin casco ni velo
y por supuesto, sin un solo pelo.
y por supuesto, sin un solo pelo.
Guridi
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